Sigue tu Ethos

Persigue tus sueños y llegarás lejos ~



Ensayo "Ética para Amador" Camila López

22.04.2014 19:16

Ética para amador es un libro el cual nos invita a reflexionar sobre cómo nos comportamos día a día, cuáles son los factores que nos van definiendo como personas y el cómo el medio externo, nuestro contexto nos va guiando en la vida, a través de costumbres, modas, órdenes que a veces sin darnos cuenta podemos estar cumpliendo sin pensar o cuestionarnos si es lo que queremos hacer porque es nuestro deseo o si lo hacemos porque es algo que ha sido establecido desde antes. Las ordenes que seguimos van a ser la razón que tenemos para hacer algo, las costumbres van a hacer las cosas que solemos hacer siempre, y que ya están tan insertadas dentro de nosotros que ni nos cuestionamos el por qué lo hacemos, sólo lo hacemos de forma automática, y por último también pueden existir los caprichos que son cosas que hacemos tan sólo porque queremos, y podríamos deducir de ellos que son las únicas circunstancias en que hacemos lo que queremos sin el consentimiento de nadie. A partir de estos tres “comportamientos” que tenemos durante nuestro día a día se van a ir desprendiendo bastantes temas interesantes, como el de si hacemos o no siempre lo que nosotros queremos, o el qué debemos hacer, seguir o no seguir estas órdenes o costumbres para llegar a ser buenas personas, y también si realmente existe un concepto de buena persona universal del cual todos debamos guiarnos. Durante la lectura vamos encontrando formas de cómo encontrar el camino para convertirnos en “buenas personas” y tener una buena vida bajo nuestra perspectiva, sin pasar a llevar a quienes nos rodean. Pero para hacer lo que queremos y llevar una buena vida van a surgir varias problemáticas y preguntas de cómo hacerlo y que es lo correcto. El libro nos muestra todos estos aspectos con distintos ejemplos que hacen más fácil la comprensión de ellos y nos ayudan a entender de que debemos tomar nuestra vida a guiarla tal como queramos.

 

El libro comienza explicando cómo hay cosas que podemos no saber durante nuestra vida, pero que a pesar de eso podemos seguir viviendo sin problemas, es decir, que aportan más conocimientos pero los cuales no son imprescindibles. Lo que no significa que dejen de tener importancia, pero existen otras cosas que debemos saber ya que tienen una gran importancia para nuestro diario vivir, es decir saber las cosas que nos conviene o que no nos conviene hacer. Debemos aprender a distinguir entre lo bueno y lo malo, en todos los ámbitos. Pero qué es realmente lo bueno y qué es realmente lo malo, eso va a ir sujeto a las creencias y contexto de cada persona pero también va a existir la libertad en los seres humanos de que si no están de acuerdo de hacer lo que se les impone como bueno o como malo, pueden tomar la decisión de hacer lo que ellos consideren mejor. A pesar de tener esta “libertad”, van a existir casos en los que se nos van a presentar situaciones que no podemos controlas, que no queremos que sucedan pero que no podemos impedir y en esos cosas tendremos que decidir lo que nos parezca mejor dentro de lo malo que puedan ser las dos o más opciones que tengamos. Es así como dentro de nuestro día a día nos dejamos llevar por órdenes y costumbres, las cuales dentro de nosotros ya tienen una razón de ser muy fuerte, que hay veces en que ni son cuestionadas del por qué las hacemos y conforman nuestra rutina diaria, como el ir a la universidad y sacar buenas notas, ducharnos, vestirnos, comer a las “horas indicadas”, etc. Y nuestra libertad se va a poder expresar a través de los caprichos que tenemos de vez en cuando, como el desear comer un chocolate y hacerlo, que lo haces solo porque quieres y no siempre tendrás una razón para ello. Pero estas órdenes y costumbres, ¿van siempre de acuerdo a lo que nosotros realmente queremos? Muchas de ellas seguramente no y es por eso que se nos dice en el libro que debemos hacer lo que nosotros queramos con nuestra vida, debemos tener una vida llena de recuerdos y momentos los cuales hayamos querido pasar y no solo de tiempo y años en los cuales hayamos estado haciendo cosas que no queríamos. Hay que averiguar cómo es vivir mejor para nosotros mismos, tener una buena vida y que también para tenerla debemos relacionarnos con otros seres humanos, ya que nuestra realidad no es la única y no puede existir si no hay más personas que la rodeen. Para lograr tener una buena vida, convertirme en un buen ser humano, debo relacionarme con otros, ponerme en su lugar, pero al ponerme en su lugar no ponerme a mí ahí, si no que yo ponerme como en esa persona en el lugar, es decir, pensando y sintiendo como lo puede hacer esa persona. Así a medida que me voy relacionando con otros, entendiéndolos y haciendo las cosas que quiero hacer junto a otros, me voy construyendo como persona y creciendo, disfrutando la vida, de placeres, obteniendo alegría de estos y sin tener miedo. Finalmente, nos muestra que lo importante somos nosotros mismos, independiente del contexto en el que nos encontremos, de quienes nos “gobiernen”, de quienes sean los políticos que pongan las reglas, debemos empeñarnos en tener una vida, que si podemos aportar al bien de la sociedad lo hagamos, que nos relacionemos con nuestros pares, sintamos como ellos, tengamos la libertad de elegir lo que queramos, lo que deseemos, tomando en serio a quienes nos rodean y así convertirnos en mejores personas y definirnos como tales.

 

 

Bajo mi propia perspectiva, para comenzar a analizar este libro me gustaría tomar una cita de este mismo; “Responsabilidad es saber que cada uno de mis actos me va construyendo, me va definiendo, me va inventando. Al elegir lo que quiero hacer voy transformándome poco a poco.”

Al hacerme responsable de mí misma, me estoy asumiendo como persona, como la persona que soy y que quiero ser, de mis actos con quienes me rodean y las decisiones que tomo y tomaré día a día. Me hago responsable de mi libertad, de elegir bajo mi propio punto de vista, en base a mis experiencias y mi sentido común como persona. Me doy cuenta de que cada día es un día en el que me estoy construyendo, y que me puedo ir encontrando con situaciones o personas las cuales pueden ir cambiando mi forma de ver las cosas, o que simplemente no van a significar ningún cambio en mi vida. Esta responsabilidad, tiene muchas pequeñas responsabilidades que cumplir, pero sin duda la más importante va a ser el tratar a las personas con empatía, es decir, ponerme en su lugar, con su punto de vista y sus sentimientos, no tratar a las personas como objetos que pueden llevarme a conseguir lo que yo quiero. Después de leer este libro, reflexiono sobre cómo quiero ir transformándome y en qué quiero hacerlo. No tengo un prototipo de persona ya que todos somos únicos y finalmente lo que nos formará van a ser nuestras propias vivencias. Pero sí creo que en algunas ocasiones tendré la libertad de escoger quienes quiero que sean y podré decidir qué cosas quiero vivir. Creo que lo más importante para ir definiéndonos como personas es “humanizarnos”, relacionarnos con los demás, disfrutar con los demás, y junto con las otras personas ir formando nuestras experiencias de vida. Más allá de nuestra rutina diaria, que creo que es muy difícil salir completamente de ella, debemos encontrar a quienes nos acompañarán en ella, ya que si nosotros les entregamos a ellos alegrías y buenos momentos, empatía cuando la necesiten, ellos también lo harán con nosotros, y nuestra rutina se convierte en algo agradable de vivir. Las decisiones más importantes para mí son el cuidar a quienes me rodeas y el cómo hacer esto. Me gustaría utilizar otra cita del libro que define mi idea: “Muy pocas cosas conservan su gracia en la soledad; y si la soledad es completa y definitiva, todas las cosas se amargan irremediablemente. La buena vida humana es buena vida entre seres humanos”. Tal como el libro planteaba el caso de un multimillonario, que tenía todo lo material que el deseara, el momento de morir sólo recordó una marca de su trineo con el cual tenía recuerdos con otras personas. No tendremos valor como persona si no sabemos valorar a otros, nuestras propias cosas materiales perderán su valor si no podemos compartirlas con otros, ya que el ser humano está hecho para compartir y convivir, es por esto que en soledad las cosas no conservan su gracia. Podemos ser muy ricos en cuanto a dinero, pero esto no nos traerá alegrías ni felicidad si somos pobres en nuestro interior. Lo que más debemos valorar para tener una buena vida somos a nosotros mismos, seres humanos, valorarnos entre nosotros y aprender uno del otro. Teniendo esta base, de valorarnos y respetarnos como personas, podemos acceder a tener nuestra libertad de elección, ya que seremos capaces de elegir lo que realmente queramos, pero sin dañar a quien está al lado mío, ya que no lo veré como un medio para llegar a mi objetivo, ni como algo o cosa, si no como una persona igual a mí que también tiene ideales que quiere cumplir y una libertad de elegir. Esta libertad me va a permitir elegir lo que yo quiero hacer con mi vida, cuestionarme el por qué estoy donde estoy y si es realmente donde quiero estar, y si no es así hacer un cambio para encontrar lo que realmente quiero, esta búsqueda, que finalmente podría llamarse en mi caso como la búsqueda de la felicidad, me irá cambiando, transformando y formando día a día. Relaciono este objetivo de vida mío con la siguiente cita del libro: “Quien tiene alegría ya ha recibido el premio máximo y no echa de menos nada, quien no tiene alegría es un miserable que carece de lo más importante”. Si lo que estoy haciendo y las personas quienes me rodean no me dan alegría, estoy en el lugar equivocado y con las personas equivocadas. Sabemos que hay situaciones que se nos imponen y no podemos hacer nada al respecto, como por ejemplo, una grave enfermedad. Pero por más grave que esta sea, estoy viviendo, y por lo mismo nada debe impedirme disfrutar la vida. Las personas que nos rodean, independiente de nuestra situación, deben ser personas que nosotras valoremos y queramos y ellas también a nosotras, y si esto es así ellas tan sólo por estar a nuestro lado acompañándonos nos entregarán alegría. Nuestra felicidad o alegría va a depender de nosotros mismos, es por esto somos libres, somos libres de decidir si queremos ser felices y de con quién y cómo queremos serlo o decidir si no queremos serlo. Y lo más importante, que esta alegría va a estar en las cosas más sencillas, y que sólo necesitaremos a otro que nos acompañe para poder obtenerla. Hay cosas materiales que van a poner ayudar, como por ejemplo poder viajar, pero un viaje a cualquier parte del mundo no tendrá valor si a cada parte que vamos no compartimos con nadie. La alegría y el disfrutar la vida lo encontraremos en las personas mismas.

 

 

 

 

 

Como conclusión, podemos decir que como seres humanos seremos siempre libres lo queramos o no, ya que si decidimos estar bajo reglas y hacer lo que alguien nos ordene, estaremos decidiendo nosotros mismo regirnos a eso. Esta libertad nos permite hacer lo que nosotros queramos, y a través de las decisiones que vayamos tomando nos iremos transformando y definiendo como personas, siendo responsables de cada acto de hacemos. Todas estas decisiones y actos van a ir formando experiencias y vivencias las cuales vamos a vivir junto a otras personas, que también van a formar parte de nosotros mismos y van a traernos alegrías a nuestra vida si aprendemos a tratarlas como ellos merecen, es decir con empatía y respeto. Siendo responsables entonces de nuestros actos y tomando al otro en serio, reconociendo que es una persona digna podremos poco a poco ir convirtiéndonos en lo que podríamos llamar “una buena persona”, ese concepto al que la mayoría le gustaría llegar a ser y que va a variar entre una persona y otra de lo que realmente significa ser. Pero este libro nos muestra, que a pesar de todo lo que pueda variar, van a existir dos “reglas” claves para poder serlo: que van a ser el trato hacia los demás y la empatía que tenemos hacia las demás personas, y nuestra respetar nuestra propia libertad. Tratar a los demás como personas y no como objetos y ponernos en su lugar, sintiendo con ellos sus distintos sentimientos y teniendo claro que somos seres humanos libres y que el cumplir nuestros deseos depende de nosotros y no de alguien más que pueda imponer reglas en nuestro camino.